Industria Maderera
La industria maderera comprende un amplio abanico de procesos, todos ellos complejos y cada vez más automatizados (incl. maquinaria pesada). Además de las normas habituales de protección contra incendios, está regida por sus propias directrices y reglamentos, dada su especial peligrosidad. Dentro de las actividades de este sector, los procesos más habituales y proclives a sufrir un incendio pueden
clasificarse en:
- Fase de extracción: por fuego en los vehículos y útiles empleados, fácilmente extensible a zonas de almacenaje y acopio.
- Procesado primario: por la variedad de procesos de tratamiento térmico y mecánico que comportan riesgo (secaderos, aserraderos, prensas, descortezadoras, lijadoras, etc.)
- Fábricas de muebles, tableros, etc.: además de lo anterior, se añade la presencia de adhesivos, barnices, pinturas y maquinaria de acabado con producción de polvo fino, potencialmente explosivo.
- Almacenes: de cualquier tipo, por la gran carga de fuego que albergan.
La necesidad imperativa de disponer de un sistema de protección contra incendios fijo y autónomo se explica por la enorme carga de fuego presente, en forma de material acumulado y de residuos como serrín o polvo fino que facilitan la rápida propagación de la llama y generan atmósferas potencialmente explosivas.
En caso de que se produzca cualquier conato, éste se convierte rápidamente en un incendio incontrolado de muy difícil intervención si no hay personal próximo o la extinción no es la adecuada.